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El Gobierno y los sindicatos han llegado a un acuerdo para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales. No me opongo a trabajar menos manteniendo el mismo salario, pero considero que este asunto actúa como una distracción para encubrir lo que realmente no están abordando y que sí nos inquieta. Por ejemplo, no han derogado, más allá de unos ligeros ajustes, la reforma laboral de 2011 que disminuyó las indemnizaciones por despido. Asimismo, no han cambiado las facilidades para que un empresario pueda abrir un ERE alegando pérdidas o disminución de beneficios, solo para luego contratar a trabajadores a menor costo. Además, nuestros salarios están incrementándose por debajo de la inflación y el desprecio hacia los empleados de ETT persiste, quienes viven en una precariedad constante de "hoy ven, mañana no" y "hoy de mañana y pasado de noche". Si la ministra de Trabajo y su partido realmente están comprometidos con la solución de estos problemas, pero el PSOE no lo está, tendrían que haber tomado una posición firme y abandonar el Ejecutivo para desenmascarar a los socialistas.
Estoy diagnosticada de trastorno bipolar tipo 2. Tengo 34 años y llevo siete conviviendo (o malviviendo) con la enfermedad, según el momento. La bipolaridad no es estar un ratito de buen humor y otro de mal humor, como muchos creen. Son meses. Meses eufórica y meses absolutamente deprimida. El trastorno bipolar significa eso, eso y mucho más: medicación diaria, conexión directa con el psiquiatra para que cada vez que notes algo decírselo y adelantarse un poco a los hechos para ajustar la medicación... Es bastante agotador, hay que estar pendiente cada día de esas pequeñas señales. Y aun así, yo tengo mucha suerte porque tengo un entorno que me protege y me apoya, y me ayudan a detectar esos pequeños cambios. A mi familia, mi pareja, mis amigos... a todos, gracias.
Todos tenemos claro que la Semana Santa empieza el Domingo de Ramos. ¿Y cuándo comienza realmente la Navidad? ¿La tarde que hacemos la comida de empresa? ¿El día que ponemos el Belén? ¿La noche que Abel Caballero enciende el alumbrado de Vigo? ¿La que lo encienden en tu localidad? ¿El día que los comercios decoran los escaparates con motivos navideños? ¿La mañana que los estudiantes se van de vacaciones? ¿Cuando se forman las primeras colas en las administraciones de loterías? La verdad que es difícil saberlo.